Además, muchas personas están poseídas por espíritus - tano
angelicales como demoníacos, pero en nuestra sociedad sobre todo estos últimos
-, lo sepan o no. La posesión por espíritus no es algo malo, cuando los
espíritus involucrados son 'benevolentes'. Esta posesión se produce cuando la
gente invita a un espíritu a que tome posesión de ella.
La posesión por parte de un buen espíritu fortalece la fe de
la gente y la dedicación al camino espiritual. Da a la gente la columna
vertebral, algo en qué apoyarse en momentos difíciles.
Sin embargo, en nuestra sociedad, la posesión demoníaca es mucho
más común de lo que es la posesión por un espíritu benevolente. Es más fácil
ver que alguien está poseído por un demonio cuando se vuelven viejos, ya que
para entonces los demonios se han comido la mayor parte del alma de la gente,
dejando a tensos armatostes enojados o deprimidos, quemados, con autocompasión,
en su lugar.
Las personas endemoniadas tienden a ponerse cada vez peor
mientras más viejos se vuelven. Cuando las personas son todavía jóvenes, por lo
general hay bastante de la persona original dejada allí para que usted no pueda
ver tan fácilmente a los demonios. A
medida que las personas tienen más edad, sin embargo, los demonios se comen más
y más sus almas y su alegría.
En cambio, si cuando las personas envejecen se
vuelven más serenas y más felices, entonces no están endemoniadas.
Por otro
lado si se ponen más tensos, más repugnantes, deprimidos, o con más
autocompasión a medida que envejecen, entonces probablemente están
endemoniados. Esto explica por qué es tan difícil tratar con personas de edad; usted
no está tratando ya con esa persona, sólo con un demonio.
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